martes, 24 de abril de 2012

Despertar de Sofía


Él acarició su rostro con suavidad, consciente de su torpeza. Con pulso tembloroso apartó un mechón claro de su cara, deseando que ella no despertase aún. Quería observarla un rato más. Mirar su piel, jugar un poco más a unir en dibujos imposibles los lunares que la salpicaban.-Ojalá pudiese pasar una vida haciendo esto- pensó Mario. Con sonrisa queda en los labios Sofía abrió los ojos mientras recordaba con cierto rubor lo sucedido la pasada noche.

martes, 10 de abril de 2012


Sigo enamorado de las palabras, de su forma, de su uso, de su color. Admiro los intrincados detalles que dibujan caprichosas cuando se susurran en el oído adecuado. Me fascina el tenue brillo que parecen adquirir las cosas cuando se describen con el cuidado y la ternura de una palabra. Hay cierta magia, un guiño al misticismo cuando se conjuran sentimientos con ellas. Calidez, suavidad, dulzura... evocan en nuestra mente tantas sensaciones como los hechos que las produjeron.  Las palabras son como ladrillos para construir castillos en el aire, tan etéreas, casi a punto de esfumarse antes de pensarlas, justo después de decirlas.