viernes, 13 de julio de 2012

Noche de vigilia


Esta noche doy vueltas inquieto en la cama, esperando que con voz queda digas mi nombre para que me calme y pueda dormir. Doy vueltas y mas vueltas soñando con tus ojos profundos, con tus manos que juegan a enredarse en un pelo que ya no tengo. Incluso parece que estás aquí, en la serena noche. En el aire salado, que esconde tu perfume. Entre mis sábanas, que casi dejan sentir el tacto de tu piel, en mi almohada donde de alguna forma reposas aunque yo no te pueda encontrar. Tus ojos quieren escapar del oscuro firmamento mientras las estrellas me guiñan cómplices en esta vigilia forzada. Las sombras se empeñan en ocultarte, pero yo se que estás aquí. La brisa de verano susurra tu voz y la luna intenta deslumbrar para que no pueda encontrar tu sonrisa, esa que llevo tanto tiempo sin besar. Las horas pasan y el tictac del viejo reloj de pared juega a confundirse con el latir de tu corazón. En el silencio de fondo por fin hallo tu respiración calmada, que la quietud de la noche no ha logrado disimular. El calor de tus mejillas sonrojadas se asoma con el tímido amanecer, tras otra noche, en la que no he dormido nada.